Hoy me encuentro con la muerte del poeta Ángel González (Oviedo, septiembre de 1925-Madrid, enero de 2008). Apenas en el otoño del 2004 había descubierto su poesía hecha de palabras engañosamente cotidianas. Perteneció a la generación española del 50 (la misma de José Agustín Goytisolo).
La muerte nos deja un poco huérfanos de mujeres y hombres fundamentales, pero abro los libros y la poesía de Ángel González sigue salvándome.
*Ángel González, Antología Poética, Alianza Editorial, Madrid, 2003, p. 180.
La muerte nos deja un poco huérfanos de mujeres y hombres fundamentales, pero abro los libros y la poesía de Ángel González sigue salvándome.
Ya nada ahora*
Largo es el arte; la vida en cambio corta
como un cuchillo
Pero nada ya ahora
-ni siquiera la muerte, por su parte
inmensa-
podrá evitarlo:
exento, libre,
como la niebla que al romper el día
los hondos valles del invierno exhalan,
creciente en un espacio sin fronteras,
este amor ya sin mí te amará siempre.
Largo es el arte; la vida en cambio corta
como un cuchillo
Pero nada ya ahora
-ni siquiera la muerte, por su parte
inmensa-
podrá evitarlo:
exento, libre,
como la niebla que al romper el día
los hondos valles del invierno exhalan,
creciente en un espacio sin fronteras,
este amor ya sin mí te amará siempre.
*Ángel González, Antología Poética, Alianza Editorial, Madrid, 2003, p. 180.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario