Salomé llegó a nuestras vidas cuando ya tenía cinco años. Hermosa y educada, compañía para los enfermos y anfitriona de las visitas. La comida era su debilidad y solía pedirla alzando una pata como los perros. Su exótico menú incluía mango, plátano, queso panela y jamón de pavo. Era la mamá adoptiva de Sabina y Sonia y un miembro muy querido de nuestra pequeña familia. Nos dejó el 9 de septiembre.
1 comentario:
que ofrenda tan hermosa Elsita!
seguro Salomé bajo a degustar esas ricuras y acurrucarse en el altar que le preparó su bella familia
Un abrazo gigante!!!
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