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Elsa RBrondo
elsarbrondo@gmail.com

domingo, 10 de diciembre de 2006

A TODOS LOS UNIVERSITARIOS

"Reivindicamos a nuestra Universidad Nacional Autónoma de México; el carácter público, gratuito y de calidad de la educación que se imparte en sus aulas, y [...] estamos listos para defender con inteligencia la educación pública”.


Bolívar Huerta, académico del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación

La Jornada/10|dic|2006

jueves, 30 de marzo de 2006

NO A LA LEY "TELEVISA"

Esta es una carta enviada a Grupo IMER (Instituto Mexicano de la Radio) como parte de una campaña de resistencia a la aprobación de reformas a la ley de radio, televisión y telecomunicaciones en México, por parte del Senado de la República.

Estimados amigos de Imer:

Estoy en contra de la reforma a la ley de radio y televisión. De esta reforma observo tres peligros:

1.- La concentración de privilegios en tres empresas: Televisa, TVAzteca y Telmex.
2.- La pérdida de control y regulación (reales) del Estado mexicano sobre concesiones, usos de espacio de telecomunicaciones e ingresos por concepto del servicio de digitalización.
3.- La desventaja en la que coloca a los sistemas públicos de comunicación masiva (a los cuales se ignora olímpicamente en la minuta) sobre los grandes duopolios, propiciando su futura desaparición.

Los que estamos hartos de la telebasura y gozamos con las pocas opciones de radio y televisión alternativas no podemos apoyar una ley que da amplios poderes a unas televisoras que pretenden no sólo el control económico, sino el empobrecimiento de nuestra cultura y la manipulación de información con base en sus intereses.

Si quieres externar tu opinión puedes escribir a
opina@imer.com.mx

lunes, 6 de marzo de 2006

"Caminaba al altar, feliz esposa, cuando llegó la muerte, aquí reposa"


A finales de marzo reabrirán el panteón de San Fernando, en el centro de la ciudad. Este panteón fue cita obligada y última morada para los célebres mexicanos del siglo XIX. Es seguro que en estos días, en los diarios, aparezcan notas al respecto. Quien lo haya conocido hace unos treita años sabrá que con todas las remodelaciones que ahora experimente no podrán serle restituidas sus verdaderas joyas. Sí, ahí está la tumba de Vicente Guerrero, de Ignacio Zaragoza y de Benito Juárez, pero también la de muchos mexicanos a los que el tiempo les robó su memoria. En los numerosos nichos que conforman las paredes del panteón había lápidas de una silvestre belleza: "Caminaba al altar, feliz esposa, cuando llegó la muerte, aquí reposa". Relatos de causas de muerte-niña, epidemias, accidentes y sorpresas. Esas lápidas ya no existen, en su lugar unas placas de piedra indican el lugar de unos restos sin nombre, sin historia. Las tumbas de los héroes les devuelve un poco de la humanidad perdida entre tanto día festivo, parágrafo en libro de texto y monumento a su gloria, pero las tumbas de las muertes pequeñas, por lo menos para mí, son otra cosa. Contada su historia en apenas unas líneas uno invoca la pérdida, pero también la vida. Habrá que ir al panteón de San Fernando a llorar un poco por ellos, los sin lápida.