Mientras la izquierda mexicana decepciona (otra vez) y el gobierno guarda silencio sobre nuestros muertos en Ecuador (como en todo lo que importa) y siguen impunes los feminicidios de Juárez y otras latitudes (¿hasta cuándo?) y Mouriño sigue oficiando en Bucareli (sorprendente) y el petroleo pende de un hilo y los Emos reivindican su derecho a la melancolía (yo también) y ya terminan estas exiguas vacaciones de Semana Santa, he sacado a pasear a un gatito que tenía guardado en un apunte indispensable de Kant y lo he puesto muy "chulo" para que vea el mundo. Crueldad de crueldades.
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