(acuarela y retoque digital)
Desde los doce años, época en que me tocó la primera devaluación del peso (de 12.50 a 25 por dólar) la palabra crisis ha sido fiel a mi vida. Salvo aquella frase del presidente López Portillo: "Hay que aprender a administrar la abundancia" (con referencia al yacimiento petrolero en Cantarell) nunca he vuelto a escuchar nada optimista de la economía mexicana. La apropiación de la crisis por las economías "fuertes" me parece un abuso de confianza. Local, folklorica, plena de banderitas chillantes de papel de china, nuestra crisis era prácticamente un distintivo, tanto como la corrupción o ahora el narcotráfico.
Ahora resulta que no tenemos la exclusiva, aunque sigamos teniendo una manera muy mexicana de provocar nuestra crisis permanente y lamentablemente insalvable. No hay más que ver estos dos videos.
Ahora resulta que no tenemos la exclusiva, aunque sigamos teniendo una manera muy mexicana de provocar nuestra crisis permanente y lamentablemente insalvable. No hay más que ver estos dos videos.
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